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Nº41 – Minas del Arca del Agua

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LOCALIZACIÓN Y ACCESIBILIDAD

Esta obra hidráulica de siete siglos de antigüedad se encuentra a unos 6 Km. de la puebla de Guadalupe. Se accede bien por la carretera de Guadalupe a Navalmoral de la Mata y posteriormente por una pista forestal que parte del collado de la Ermita del Humilladero en dirección oeste.

ATRACTIVOS DE LA VISITA

Esta obra hidráulica cuenta con las siguientes partes:

Captación principal: Red de galerías de drenaje o “minas de agua”, excavadas en la vertiente sureste de La Villuerca, buscando los manantiales o “manaeros” que surgen de las fracturas de las rocas cuarcíticas y pizarrosas.

Almacenamiento: Las “minas” concentran el agua en un depósito abovedado de cañón ojival realizado con piedras graníticas, conocido como el Arca del Agua. Parte de ella está sobre rasante pero la parte ocupada por el agua se encuentra excavada en el terreno.

Tratamiento: Por decantación del agua captada en el Arca del Agua y en el “arquilla” anejo.

Conducción: Realizada con tubos cerámicos machihembrados que cuentan con varios “respiraderos” de fábrica, que eliminan el aire de la conducción y regulan la presión del agua hasta el núcleo urbano de Guadalupe.

Red de distribución hacia las numerosas fuentes del pueblo, huertas y Monasterio de Guadalupe.

INTERPRETACIÓN GEOLÓGICA

Uno de los bienes culturales de mayor interés de Guadalupe, se construyó por los monjes jerónimos aprovechando un recurso hidrogeológico. Se trata de un sistema de captación, conducción y distribución de agua potable por gravedad para el Monasterio y puebla de Guadalupe, conocido como Arca del Agua. Data del año 1350 y en la actualidad sigue funcionando con leves modificaciones sobre su estructura original.

Los materiales que constituyen la sierra de la Villuerca son fundamentalmente capas de areniscas y cuarcitas (Cuarcita Armoricana) muy fracturadas, que presentan una excelente permeabilidad captando las aguas de las precipitaciones y las sierras. Sobre las laderas de esta sierra se encuentran las pedreras de “Los Hollicios”, formadas por grandes fragmentos angulosos de cuarcitas que también presentan una elevada permeabilidad, infiltrándose el agua a través de los numerosos huecos existentes entre estos bloques rocosos (zona de recarga). Después de pasar por las pedreras, el agua se concentra en las amplias áreas de contacto con los materiales del Ediacárico, constituidos fundamentalmente por lutitas y areniscas semipermeables. El agua infiltrada por las fracturas de todos estos materiales es recogida mediante excavaciones subterráneas llamadas galerías colectoras o minas de agua realizadas en la ladera de la sierra.

En ocasiones, el agua subterránea puede salir por sí sola al exterior, creándose manantiales o fuentes de ladera, llamados en la comarca «bohonales» o «trampales», como los que se encuentran cercanos a las minas del Arca del Agua. Algunos de estos manantiales fueron también «capturados» para realizar el abastecimiento de la puebla de Guadalupe y su Real Monasterio.